jueves, 27 de junio de 2013

Diario de una transición: Episodio 1

No soy un experto de la materia, en nuestro club tenemos unos grandes conocedores de la materia, Jero, David, Josete,...

¿Pero qué transición es la que quiero hacer? No, no es nada político:) Quiero correr minimalista.

Aquí os pondré cómo va mi transición. No quiero que nadie se vea reflejado o poner unos pasos para que cualquiera pase al minimalismo como yo. Seguro que mi transición no es la más ortodoxa.
Pero según el gran pro del minimalismo, Santi Ruiz (http://www.cualquierapuedehacerlo.es/), ahí está la gracia, en que cada uno tiene que seguir su camino siguiendo unas reglas básicas.

¿Por qué?
Este año mejoré bastante corriendo a pesar de usar zapatillas amortiguadas. Y se debió a que cambié mi técnica de carrera: empecé a pisar de antepie. Parece una tontería, pero esto me llevó a multitud de adaptaciones. No tuve lesiones, mi posición era más elevada, mi frecuencia de zancada aumento, mis pies intentaban ir bajo el centro de gravedad de mi cuerpo,... Resultado: mejores tiempos corriendo que nunca.

Ahora quiero ir un paso más allá. Quiero unas zapatillas que me hagan explotar los aspectos anteriores al máximo.
Mejorar mi técnica de carrera->Sentirme más libre corriendo ->Mejorar mi rendimiento deportivo

Por tanto la mejora deportivo será la consecuencia pero el origen de todo es correr más saludable.

El jueves 20, después de unos 40 minutos de rodaje, me quité los zapatos. Corrí unos 400 metros con los calcetines. No sabía en ese momento si era lo mejor pero no me atreía a quedarme completamente descalzo.

Martes 25, después de un rodaje de 40 minutos decido correr completamente descalzo. Tenía bastante respeto, había cristales alrededor, piedrecitas,...
Me quito los calcetines y enseguida empiezo a percibir el hormigón rugoso. El calor del suelo. Los pies expandiéndose. Corrí casi 1km descalzo. Una sensación muy agradable.
Conclusiones que saqué este día:
-Me asombró la movilidad que tiene el tobillo y que desaprovechamos con el calzado tan cerrado.
-La capacidad de amortiguación que en realidad tiene nuestro tren inferior por sí mismo.
-No hay que tener miedo a pincharse el pie. Vamos más atentos al terreno. Las pequeñas chinitas no se notan nada ni es tan peligroso como pensaba (como dice Santi, nos pensamos que el suelo está lleno de jeringuillas:D)
-Estoy bastante adaptado muscularmente, por el cambio que tuve a la hora de correr y el gimnasio.
-Con esta forma minimalista podré realmente correr más rápido.
-Cuando te vuelves a poner las zapatillas, sientes el pie enjaulado, como si el zapato fuera una losa, una prisión. Realmente desagradable.

Seguiremos informando.