Para esos días en los que cuesta arrancar, hacer una serie más, doblar entrenamientos, la motivación es esencial. El resto de días es fácil, uno es un bicho raro que disfruta con este estilo de vida, exprimiendo a tope cada día para sacar tiempo para esta afición sin dejarse llevar por el espíritu que impera cada vez más de creerte profesional porque vas mejorando en tus tiempos. Por eso me fijo objetivos, porque me ilusiona y me hace seguir adelante en los días que las cosas se ponen cuesta arriba.
Los que practicamos triatlón, que no por eso triatletas, tenemos la gran suerte de contar con un gran número de carreras en las que los amateurs (grupos de edad) podemos disfrutar e incluso afrontar las mismas de una forma competitiva... [Seguir leyendo en 226 kms]