Retomamos las pruebas de material en
#theClub, y en esta ocasión nos “mojamos” con las gafas Predator de la marca
Australiana Zoggs.
Comodidad y resistencia
Después de tres temporadas usando este
modelo la impresión es bastante positiva y quizás lo más resaltable sea su
comodidad y resistencia, sobre todo si son tus gafas de uso “diario” con el
consiguiente mal trato que eso supone.
En mi caso no suelo cuidar mucho las
gafas de nadar. Suelo guardarlas mojadas sin enjuagar del cloro, dentro de la
mochila junto a las palas, etc, etc… y
lo que con otras gafas siempre ha supuesto problemas de cristales arañados,
monturas dobladas, gomas que se pican y se rompen, etc.. con este modelo nada
de nada.
El otro rasgo importante es su comodidad
en la cara gracias a su montura de silicona blanda y que se adapta bastante bien
a la forma de la cara. No hay roces en la zona del puente nasal, y tampoco hay
problemas alrededor de los ojos aún llevándolas bastante apretadas.
Un detalle importante que me di cuenta
hace poco, es que las lentes se pueden desmontar, ya que la montura al ser
de silicona cede lo justo para poder extraerlas y así limpiarlas de manera más
cómoda. Volver a ponerlos no es complicado y no hay problemas de fallos de
estanqueidad.
Visibilidad
Una vez en el agua a parte de ser cómodas
tienen un buen campo de visión sin distorsiones, tanto a los lados como al
frente. La tecnología empleada en las lentes se llama CLT Curved Lens
Technology, que curva las lentes 180º para evitar distorsiones. Igualmente se
les da un tratamiento que Zoggs llama Fogbuster para hacer que las lentes no se
empañen. No hay entradas de agua ya que como hemos dicho se amoldan bien a la
cara, y por otra parte la regulación de las gomas es fácil.
Están disponibles con distintos tipos de
pantalla, con mayor o menor tinte, e incluso polarizadas y la montura también
puede ser de varios colores, desde el blanco nieve hasta negras, con diversos
toques de color.
Un detalle importante para el triatlón, y
que he probado por mi mismo, es que al ser de silicona blanda aguantan golpes o
“patadas” directamente ya que absorben algo el golpe sin clavarse en la cara.
Como parte negativa quizás el hecho de
que con el paso del tiempo el blanco se torna un poco amarillento, pero aún así
tarda bastante tiempo en ocurrir esto, y quizás cambies de gafas antes de que
esto ocurra.
Conclusiones, gafas muy recomendables
para el tri, cómodas, resistentes y con un buen precio para lo que ofrecen. A
mi me volverán acompañar esta temporada tanto en mis entrenos como en las
competiciones.